Para vivir una experiencia nueva, agradable, divertida, curiosa, memorable y también conocerte mejor a ti mismo.
Hoy en día todos necesitamos buenas fotos para vendernos, para colgar en las redes sociales y profesionales. Si eres una persona emprendedora o bloguera el retrato es parte de tu marca personal. Las fotos en tu página web o en tus perfiles en las redes hablan de ti y si son buenas y profesionales proyectan confianza y profesionalidad de tus servicios. Así que vale la pena plantear hacerse una sesión de fotos para web, redes sociales y profesionales.
Una buena foto cautiva, llama la atención, suma a la hora de buscar trabajo. Una foto mala, cutre, inadecuada, recortada de imagen más grande y pegada en el curriculum vitae seguramente no ayudará a la hora de elegir el mejor candidato.
Hoy todos hacen fotos con sus celulares de última generación, pero al mismo tiempo todos ven la diferencia entre una foto hecha por un amigo con un aparato de teléfono y una foto hecha por un fotógrafo con cámara profesional. ¿Por qué? Una buena foto no es solo la foto nítida. Eso si consiguen todas las cámaras de móviles. Pero lo que siempre primero llama atención en las fotos hechas por cámaras digitales es el bonito desenfoque del fondo que destaca el motivo principal, por ejemplo el rostro en el caso de retrato. Las cámaras integradas en los smartphones son incapaces de modificar la profundidad de campo, a pesar de que ahora lo hacen vía software y no muy realista, Ahora bien, eso es solo pura técnica. La foto hace la persona, no la cámara y lo que crea una buena foto es el ojo humano, mezcla de talento, intuición, conocimiento, capacidad de ver esa composición y expresión que vale la pena capturar e inmortalizar.
Nunca antes hacer fotos era tan fácil como ahora, nunca antes se producía y compartía esta enorme cantidad de imágenes, con amigos, familiares, comiendo, viajando… Cada día vemos decenas de fotos nuevas colgadas en las redes sociales. Porque enseñamos las fotos, es el tema para otro post. Lo que está claro es que nos gusta subir las fotos donde salimos guapos y felices. Y lo que está claro es que las fotos que aparecen diariamente en internet se parecen mucho, demasiado… Si quieres tener para enseñar fotos bellas, irrepetibles, que destacan y te sacan el mejor partido, además no siendo los típicos posados aburridos, contrata a un fotógrafo profesional. Tengo que admitir que es muy gratificante ver las fotos que he hecho en los perfiles de mis clientes ?
Otro signo de nuestro tiempo es que tenemos un verdadero problema a la hora de comprar regalos. Y si en vez de comprar cosas, otro juguete u otra camiseta ¿regaláis una sesión de fotos, regaláis una experiencia? Será una oportunidad de disfrutar de una vivencia quizás totalmente nueva.
Recuerdo que uno de mis pasatiempos preferidos en la época de mi juventud de escuela primaria era ver las fotos y hojear los álbumes de fotos, una y otra vez… Estos libros con hojas negras o blancas donde se pegaban las fotografías con un pegamento y cada hoja gorda era separada con una hoja blanca finita… Fotos de la boda de mis padres, de su niñez y juventud, fotos de fiestas familiares, bautizos, comuniones, paseos… Fotos básicamente en blanco y negro y sepia. Una categoría importante eran (y siguen siendo) las fotos de mi niñez, sueltas, guardadas en un cajón, las. Diego llorando, Diego riéndose, Diego con la abuela, Diego gateando, Diego y su primo en un cumpleaños de algún vecino…! Todas las fotos buenísimas, con gestos, muecas, miradas emotivas, con la gente hablando, actuando… ¡puro reportaje! Son historias que sin fotos no hubiera sido capaz de volverlas a recordar.